domingo, 22 de marzo de 2009

Las Vegas y Death Valley National Park

Parece mentira lo grande que es US. Aunque no es la primera vez que lo cruzo, me sigue pareciendo increíble que sean mas de seis horas para cruzarlo de lado a lado. Desde NY hasta Las Vegas, son casi 5 y media.

Llegar y coger el coche es todo uno, y por indicaciones de la chica del parking, decidimos atravesar Las Vegas Boulevard, o The Strip de norte a sur para llegar a nuestro hotel. Hay mu
cho trafico, hace bochorno, estamos muertas, pero una vez que entras en la ciudad, no puedes dejar de señalar a un lado y a otro, y parar en medio de la calle de tres carriles a
 intentar tirar una foto, o dos, o tres... el Belaggio, Nueva York, Paris, Venecia, el Sahara, Montecarlo, el Castillo, Burgos (uy, no)... por mucho que te lo digan y lo veas en 
las fotos, no puede dejar de sorprenderte. Hay gente por todos los sitios, de todos los colores y nacionalidades, paseando aglomerados.. para eso es sábado.

El hotel donde nos quedamos es el Stratosphere, el que tiene una torre de 109 pisos, desde la que se ve toda la ciudad y en la que se encuentran dos atracciones no aptas para cardiacos en las que te lanzan al vacío sobre la ciudad... La vista
 es espectacular. El casino esta lleno de gente y muy bien pensado. Para llegar a la recepción tienes que atravesar miles de maquinas, mesas de ruleta, de poker y de yo que se las cosas. De hecho, en el propio aeropuerto, según llegas, tienes maquinas para poder empezar a jugar.

No nos da el cuerpo para ir a ver casinos, así que decidimos hacer cura de sueño y levantarnos a la hora que nos pida el cuerpo para ir al parque nacional del Valle de la Muerte. Solo tenemos un pequeño problema y es que no hemos logrado hacer funcionar el navegador.

Nos levantamos tarde y decidimos darnos un homenaje en el típico sitio donde desayunar es todo un evento... huevos, tortitas, bacon, un termo de café... lo que quieras... a reventar, puro estilo americano. 

Comenzamos el camino. El paisaje es agreste desde que sales de la ciudad, incluso en ella. Se cruzan pelotillas del desierto por la carretera y no se ve una casa en millas y millas a la redonda. Dos horas 
después entramos en el parque nacional. Tiene 300 kms de 
largo y el paisaje no deja de sorprendernos cada minuto. Montañas increíblemente altas de colores que parecen imposibles... marrón, teja, azul, beige, amarillo, morado, rojo, granate, verde... una inmensa planicie blanca, que refleja la luz de tal manera que no sabes si es sal o agua lo que estas viendo... cañones para pasearlos cada poco tiempo... dunas inmensas, tormentas de arena, rocas volcánicas... rectas infinitas... Un paisaje que podría ser de otro planeta. 

¿Alguien se acuerda de la escena de Will Smith arrastrando un marciano en un pa
isaje lunar? Es Badwater, el punto mas bajo de la tierra... 855 metros por debajo del nivel del mar. 

Podríamos estar una semana facilmente paseando por los lugares que nos han quedado por ver. Tanto hemos recorrido, que hemos pulido un deposito de gasolina. Esto no tendría mucho interés si no llega a ser porque al llegar por fin a una gasolinera, nos ha surgido una pequeña duda: ¿es nuestro coche diesel o gasolina? Momento stress: no tenemos los papeles del coche, no tenemos el teléfono de contacto y al abrir la tapa de la gasolina, no viene escrito nada. ¿Que hacemos? Después de preguntar a 3 paisanos que se han parado en la gasolinera, que nos miraban como que fuésemos marcianas y de llamar Elena a todo amigo con coche que conoce, hemos decidido fiarnos de la mayoría de los cuestionados. A saber: hemos echado gasolina. Después del momento "nos lo jugamos a las cartas" hemos oído el tajante mensaje de Jorge en el contestador: "Elena, es gasolinaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, a menos de que hayáis alquilado un camión" Momento en el que nos ha entrado la risa y hemos entendido el porque de la cara de marciano que nos ponía el personal. Aunque todo podría haber sido, porque hemos pagado el coche a precio de camión de mercancías especiales.

Aunque no os lo creáis todavía no hemos echado una triste moneda en una triste maquina ni hemos visto un casino decente por dentro. A ver si ahora nos dan las ganas. Eso si, mañana nos vamos por la tarde en helicóptero a ver el Gran Cañón. Los detalles, en la 
siguiente entrega.

PD Las invitaciones a la boda en la capilla junto al hotel, os llegaran tarde. Para entonces estaremos ya divorciadas.

5 comentarios:

  1. ¡Ja, ja, ja! y yo con estos pelos para asistir a la ceremonia del casorio...
    Fotos muy chulas y mucha envidia de no poder estar por esas latitudes.
    Un fuerte abrazo. Carmen

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  2. Hola chicas!!que emocion seguir vuestros pasos y en especial esta parte en Las Vegas,no por mi gusto por el juego,ja ja, que es mas bien nulo, sino por recordarme las misma impresiones que tuve tambien. Que desfruteis como locas en ese circo o zoologico,o ambas cosas, que es LV y que disfruteis en el GC!!!!Besotes.Lupe.

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  3. ¿Cómo? ¿que no habeis alquilado un camión? No es posible!!!
    Bueno, después de esta pequeña aventura, ... el cochecito en cuestión se ha ganado una foto en el blog ¿no?
    Y, poco más que decir, ... seguid disfrutando!!!
    Un abrazo, Raquel

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  4. Hola chicas,pero que envidia me dais y que recuerdosssss.Bueno disfrutas mucho y un besazo.Moni

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  5. Hola Carmen!
    que ilusión poder seguiros en esta aventura en plan "gran Hermano"!
    pasaroslo muy bien....
    Muchos besos. Rosa (Rosiña)

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